Un Siglo de Genocidio, Dos Años de Holocausto
- khosomoso
- Oct 7
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Un Siglo de Genocidio, Dos Años de Holocausto
Omar Hassaan Fariñas

Hoy, 07 de octubre de 2025, conmemoramos dos años de intensificación de un genocidio y una limpieza étnica que ya tienen un siglo de existencia (desde la década de 1920). En la Franja de Gaza, la tierra de Palestina se nutre de la sangre de decenas de miles de mártires, heridos y prisioneros … miles de hogares fueron destruidos, los hospitales dejaron de funcionar y las escuelas se convirtieron en cementerios para los niños, en lugar de ser centros de aprendizaje. La sádica agresión sionista no perdonó ni a jóvenes ni a mayores. A pesar de su naturaleza inhumana, la sangrienta agresión sionista no logró matar el espíritu de una nación que, en este momento, no solo se representa a sí misma, sino a toda la humanidad. En Gaza, la palabra adecuada ya no es genocidio, sino holocausto.
Gaza cuenta tristemente la historia de la firmeza de un pueblo que abraza sus heridas con una resolución inquebrantable, escribiendo con letras de fuego y sangre que Gaza no morirá, sino que seguirá produciendo héroes para su pueblo y para toda la humanidad. Palestina es ahora un símbolo universal; ha abandonado su capullo en Oriente Medio y se ha vuelto universal, un símbolo para toda la humanidad. Han transcurrido dos años desde la intensificación del genocidio, y, sin embargo, a pesar de la crueldad, la barbarie y el ataque inhumano contra una población indefensa, Gaza no ha sido derrotada. 2,4 millones de personas —menos que eso, ahora con la campaña de exterminio - siguen viviendo bajo constantes amenazas, en una zona controlada en un 80% por la maquinaria de exterminio sionista, y en las ruinas de aproximadamente el 90% de la Franja.
Más de 200.000 toneladas de explosivos han sido arrojadas sobre una tierra que guarda la memoria de todo un pueblo. Con esos explosivos, y con tantos otros métodos de crueldad inhumana, la Maquinaria de la Muerte sionista ha martirizado a más de 76.639 almas, incluyendo a más de 20.000 niños, 12.500 mujeres, 9.000 madres y 22.426 hombres. Miles de mártires fueron personal médico (1670), defensa civil (140), periodistas (254) y empleados municipales (176). 787 mártires fueron policías y personal de socorro, 894 atletas y 460 murieron de hambre. La tierra misma se estremece con la devastación: aproximadamente 268.000 viviendas han sido completamente destruidas, aproximadamente 148.000 están inhabitables y aproximadamente 153.000 han sido parcialmente destruidas.
Más de 2 millones de civiles han sido desplazados forzosamente, mientras que más de 288.000 familias han perdido sus hogares. El 95 % de las escuelas están destruidas, 668 edificios escolares han sido bombardeados directamente y más de 785.000 estudiantes se han visto privados de educación. Hospitales y centros de salud: 38 hospitales y 96 centros están fuera de servicio, y 197 ambulancias han sido atacadas. Las granjas y las tierras agrícolas se han convertido en meros recuerdos: el 94% de las tierras agrícolas han sido destruidas, la producción de alimentos ha disminuido de 405.000 toneladas a sólo 28.000 toneladas y el 100% de las reservas de peces han resultado dañadas.
Las instalaciones e infraestructuras públicas también han sido destruidas: 5.080 kilómetros de redes eléctricas, 700.000 metros de redes de agua y alcantarillado, y aproximadamente 3 millones de metros lineales de carreteras. Además, 247 sedes gubernamentales y 208 sitios arqueológicos y patrimoniales han sido blanco de la ocupación. Han pasado 220 días desde el cierre de los cruces fronterizos, se ha impedido la entrada a 120.000 camiones con ayuda y combustible, y 650.000 niños corren el riesgo de morir de hambre. Más de 12.500 pacientes con cáncer se enfrentan a la muerte, y la ocupación impide viajar a 3.000 pacientes que necesitan tratamiento fuera de Gaza.
Estos no son meros números, o simples estadísticas. Son el grito de un pueblo firme, una voluntad inquebrantable y una resiliencia legendaria que desafía la maquinaria sionista y estadounidense de la guerra y la aniquilación. Gaza le dice al mundo: La vida y la dignidad son invencibles... y la justicia divina traerá justicia a su pueblo, sin importar cuánto tiempo lleve. Gaza no es solo una tierra sitiada; es un símbolo netamente humano de resistencia, un testimonio viviente de la capacidad humana de perseverar, a pesar de la matanza y el hambre, a pesar de la destrucción y la devastación. Gaza enseña al mundo que la libertad y la dignidad nunca mueren, y que la esperanza nace de los escombros de la ruina.
Hoy, mientras la ocupación sionista y sus socios estadounidenses ejercen una violencia sin precedentes, los pueblos del mundo libre, especialmente los del Sur Global, se están convirtiendo en la viva encarnación de la famosa declaración de Nelson Mandela: «Nuestra libertad está incompleta sin la libertad de los palestinos». Esta no es solo una expresión de solidaridad, sino también una declaración que indica que el imperialismo seguirá restringiendo a los pueblos del Sur Global, mientras pueda privar a los palestinos de sus derechos e incluso de sus propias vidas.
A pesar del holocausto, hoy no conmemoramos la muerte, sino la vida del pueblo palestino.
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