La Supremacía de las Consideraciones Geopolíticas
Las Deslegitimación de la Institucionalidad Venezolana
en el Pensamiento Estratégico Gringo
Omar Hassaan Fariñas
Los analistas internacionales y geopolíticos (los serios, los que quieren entender la realidad internacional, no meramente “hacer” política), ya tienen décadas advirtiendo a sus poblaciones en el Sur Global que la comprensión de las dinámicas globales y las actuaciones de las grandes potencias siempre se deben colocar en sus contextos geopolíticos mas amplios, y desde estas realidades es que se debe entender la coyuntura, y no al revés. Lamentablemente, muchos fallan en comprender esta lógica, a pesar de que la importancia de este “nivel de análisis” se evidencia por sí misma, al ver que es el mismo que emplean las potencias para crear sus estrategias de política exterior, como también sus propias narrativas.
En el Sur Global es de suma importancia comprender la cadena de razonamientos empleada por las potencias en sus pensamientos geopolíticos, para no solamente comprender sus acciones y estrategias de política exterior. En las contra-narrativas, respuestas y repudios que se evidencian en la Venezuela de la actualidad hacia las narrativas estadounidenses y de la extrema derecha local y regionales - en el contexto del proceso electoral del 28 de julio de 2024 - se evidencian pocos pensamientos y argumentos que relacionan adecuadamente la geopolítico global a los sucesos en el país suramericano. Quizás la excepción se observa en las estrategias políticas y geopolíticas del propio Presidente Constitucional del país caribeño, Nicolás Maduro Moros.
Claramente, desde el año 2001, cuando el Presidente Hugo Chávez Frías ordenó la elaboración de una serie de leyes alejadas de la dogma neoliberal (el mismo año en el cual de manera solitaria, el Comandante críticó la invasión gringa a Afganistán), y hasta el año 2024, las distintas administraciones políticas del gobierno federal estadounidense han tratado de sacar al chavismo del poder en Venezuela. No obstante, el endurecimiento de estas campañas, y la intensificación del asalto contra la institucionalidad del país, han cobrado fuerza desde finales del segundo periodo del Presidente Obama (finales de la década 2010 – 2020), momento histórico que coincide con la intensificación de la gran rivalidad geopolítica entre Estados Unidos, por un lado, y Rusia y China, por el otro. Esto no es una mera coincidencia, obviamente.
En los análisis nacionales y locales, seguimos insistiendo en otorgarle prioridad a razones como la necesidad de Washington de capturar las reservas petroleras del país caribeño, o la ausencia de una afinidad ideológica entre ambas capitales (Caracas y Washington), entre otros argumentos. Igualmente, escuchamos argumentos como la afinidad política entre las extremas derechas del continente, y los líderes en Washington, sean estos de los mal llamados “demócratas”, o de los sangrientos “republicanos”. Igualmente, se pueden observar argumentos más relevantes aún, como el deseo de reestablecer el dominio gringo sobre la región.
Comments