top of page
Search
Writer's picturekhosomoso

El Nuevo Leviatán del Medio Oriente

Updated: Feb 16

El Nuevo Leviatán del Medio Oriente: El “Estado Islámico” como Instrumento para la Balcanización de la Región


Omar José Hassaan Fariñas



Lista de Contenidos:


Introducción

Lo Geopolítico y lo Religioso

La Guerra de los Treinta Años

Las Categorías Étnicas y Religiosas

Las “Teorías de la Conspiración”

Las Estructura Sociales

Chile Declassification Project

La Guerra de los Ocho Años

El “Show” Militar de la Unipolaridad Norteamericana

“Mission Accomplished”

De‐Baathification Policy

La Insurgencia Sunita

Al‐Zarqaui y al‐Qaeda en Irak

Nacen las Sahwas

Análisis del Periodo 2003 – 2009

Guerra Fría: Teherán y al‐Riad

Al‐Asad, el Alawismo y el Eje Chiita

Surge el “Estado Islámico en Irak y el Levante”

Resurge el “Estado Islámico”

Al‐Maliki, el Sectarismo y las Sahwas

Bucca y Cropper

El Frente de al‐Nasra y el “Estado Islámico”

Las Reservas Petroleras y la Geopolítica del Medio Oriente

¿Qué Busca Estados Unidos en el Medio Oriente?

Desintegración del Primer Plan Norteamericano

La Segunda Oportunidad para Derrocar a al‐Asad

Estados Unidos: Del Golfo al Levante

La Balcanización Inspirada por la Antigua Yugoslavia

Conclusiones

Mapas



Con el “oscurantismo” de los discursos ideológicos occidentales, se busca ocultar y desvanecer las verdaderas  motivaciones  de  los  conflictos  –  todos  los  conflictos  –  en  el  Medio  Oriente:  la  dominación, la explotación, las luchas por el poder, y claro y naturalmente, el dominio sobre las tierras y sus recursos naturales. El problema surge de la confusión (intencional o no –intencional) entre  las  verdaderas  motivaciones  y  propósitos  de  dichos  conflictos  (razones  geoestratégicas  y  geopolíticas) por un lado, y los modos de movilización, identificación y motivación de las masas que  participan  en  los  conflictos,  por  el  otro.  Las  motivaciones  de  los  líderes  y  las  elites  socioeconómicas para iniciar y/o perpetuar conflictos geopolíticos regionales raramente son las mismas  motivaciones  que  son  utilizadas  para  movilizar  las  masas  a  favor  o  en  contra  de  un  proyecto político o una guerra en particular. Esto es un hecho no solamente del Medio Oriente, sino de todo el mundo, y durante las diferentes épocas históricas.

Las masas no pueden ser movilizadas para defender asuntos de poca importancia para las mismas, como  por  ejemplo  la  protección  de  la  propiedad  privada,  los  mercados  y  las  ganancias,  pero  si  pueden ser movilizadas por un nacionalismo intolerante, una interpretación (o distorsión) destructiva y nihilista de una religión que en esencia es tolerante (como el Islam), o un discurso ideológico  que  llame  a  la  “defensa”  de  la  supremacía  y  la  pureza  racial  (como  el  “Destino  Manifiesto”), mediante la “limpieza étnica” de justo las poblaciones que deben ser dominadas o sometidas para apropiarse de sus recursos naturales, o por necesidades del mercado global.

Los elementos que facilitan la movilización de los participantes en estos tipos de conflictos son, por lo general, religiosos, nacionalistas o ideológicos –algunas veces con un fuerte factor étnico ‐ como por ejemplo la disolución de la antigua Yugoslavia, o el exterminio étnico entre los hutus y los  tutsis  en  Ruanda.  Estos  tipos  de  conflictos  siempre  poseen  –  a  fondo ‐  motivaciones  socioeconómicas y luchas internas por el poder y el dominio, que por lo general no se “externalizan” ni se visualizan, justo y precisamente para que los discursos empleados con el fin de movilizar  las  masas  no  entren  en  conflicto  con  los  verdaderos  intereses  de  las  elites  políticas  y  socioeconómicas que impulsan los mismos. Lo antes mencionado es la razón por la cual la mayoría de estos tipos de conflictos suelen dar la impresión que son motivados por diferencias religiosas, étnicas o culturales, cuando en realidad poseen otras motivaciones y naturalezas a fondo.

Aunque  estos  conflictos  por  lo  general  son  localizados,  es  decir,  la  mayoría  de  sus  actores  pertenecen a una región geográfica limitada y definida, en ciertos casos, una potencia extra‐regional se involucra en el conflicto directa o indirectamente, con el fin de obtener sus propios beneficios (o dominar geopolíticamente a toda la región), usualmente a costa de todos los otros actores.  En  estos  casos,  lamentablemente,  lo  que  ya  era  un  conflicto  altamente  complejo,  problemático y sangriento, se transforma en algo infinitamente peor, producto de las injerencias de la potencia exterior y su capacidad para alargar el conflicto e impedir que llegue a un punto de equilibrio.




16 views0 comments

Comments


bottom of page