El Bolivarianismo en la Historia
Del Congreso de Panamá al Panamericanismo
Omar José Hassaan Fariñas
En el documento actual, presentaremos un bosquejo general de la evolución del bolivarianismo, vista tanto como una cosmovisión genuinamente latinoamericana y caribeña, como una práctica política e integracionista. El bolivarianismo es una visión multidimensional – un marco integral para conceptualizar lo político, lo social, lo cultural y lo geopolítico – y a la vez un proyecto político, una “teoría de la praxis”, como identifica Antonio Gramsci al socialismo desde sus cuadernos de la cárcel. El bolivarianismo inició con las gestas independentistas del Libertador en Suramérica y el Congreso Anfictiónico de Panamá, luego continuó, como el elemento principal de inspiración para todos quienes lucharon (y siguen luchando) contra el imperialismo norteamericano, el Panamericanismo y el sistema interamericano de la OEA, y mantiene aún su vitalidad y su fortaleza durante las primeras décadas del Siglo XXI.
Exploraremos inicialmente el bolivarianismo en sus primeros contextos socio-históricos, con énfasis en sus dimensiones integracionistas y emancipadores de los pueblos nuestroamericanos, desde las obras y tratados del Congreso de Panamá, quizás la propia Magnum Opus del Libertador. Luego, examinaremos brevemente los congresos americanos del Siglo XIX, y sus consecuencias para la integración de los pueblos latinoamericanos y caribeños. En virtud de que la iniciativa norteamericana denominada el “Panamericanismo” alega falsamente ser la continuación del legado bolivariano, pero en realidad es el antítesis del mismo, presentaremos un análisis del surgimiento del Panamericanismo y el sistema interamericano de la OEA, y cómo estas iniciativas imperialistas pretendieron usurpar el bolivarianismo con el fin de justificar y facilitar su imposición en la región nuestramericana.
A juicio del venezolano Gustavo Pereira, en su introducción al libro “Simón Bolívar: Escritos Anticolonialistas”, el pensamiento bolivariano constituye una propuesta intelectual de primer orden:
Vida y obra del Libertador, si bien pueden ser estudiadas fundamentalmente como las de un hombre de acción, fundan ante todo una propuesta intelectual, una vocación de entrega, prueba de pasión puesta al servicio de los otros y de una voluntad acerada bajo dictados de profundas y progresivas convicciones ideológicas. “Es una estupidez maligna —afirmó— atribuir a los hombres públicos las vicisitudes que el orden de las cosas produce en los Estados”. Y en otra ocasión: “... La revolución es un elemento que no se puede manejar. Es más indócil que el viento (...) Lo más que se podrá conseguir es darle buena dirección (...) Yo antepongo siempre la comunidad a los individuos”.
El pensamiento bolivariano, después de su muerte, fue lamentablemente tergiversado por una multiplicidad de historiadores, políticos y apologistas del poder reaccionario y servil, precisamente por su inmensa iluminación y legitimidad para todos los pueblos de la región. Tantos han pretendido llevar el pensamiento bolivariano a las fosas más oscuras del pensamiento reaccionario, anti-revolucionario y conservador, intencionalmente “extrayendo” todo contenido social, progresista y emancipador del mismo, con el fin de “enterrar” las luchas de los pueblos y negarle su justo reclamo al legado bolivariano. Estos “historiadores” y propagandistas de la reacción latinoamericana y caribeña, son los herederos de quienes conspiraron contra el propio Libertador, y quienes ahora hipócritamente emplean su nombre y su inmensa legitimidad histórica para justificar todo tipo de barbaridades y legitimar tiranías locales subordinadas a los intereses de las potencias imperiales. Quizás solo después del Señor Jesucristo, nadie más que el propio Libertador ha sufrido la usurpación de su nombre con el fin de emplear el mismo para todo tipo de disparates y crímenes contra los pueblos nuestroamericanos.
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